martes, 5 de marzo de 2019

Carlos Brihuega, la represión franquista en Carnaval hasta el último momento

Página del artículo.
Publica hoy Viva Cádiz un artículo donde relato un primer acercamiento a lo que puede ser un estudio más amplio sobre la represión franquista en los últimos años de la dictadura. Es un tema poco tratado por los especialistas hasta ahora pero que, poco a poco, vamos sabiendo más. Porque la dictadura hasta su desaparición no cambió ni un ápice uno de sus pilares fundacionales: el uso de la violencia. Y buen ejemplo es el desconocido caso del comparsista Carlos Brihuega Rodríguez (Cádiz, 1943-2004). Supe de esta historia a través de una de sus hijas, Marisa. Posteriormente algunos miembros de la familia Brihuega Delgado se sentaron una mañana conmigo y de forma resuelta compartieron sus recuerdos. Hasta hace poco no se han atrevido a contar su historia más allá de sus círculos más cercanos. Han sido, y son, muy valientes. Ojalá cunda el ejemplo pues son muchos los casos como el de Brihuega en todo el país. Una persona inocente que por una mala praxis de las fuerzas de orden público de la dictadura sufrieron una cruenta represión que a muchos dejó señalados de por vida. En este caso, Carlos, sobrevivió gracias a una casualidad como podréis leer pero... ¿qué hubiera pasado si un amigo de la infancia -que era policía nacional- no entra en ese turno? Y ya puestos, cabe preguntarse, ¿para cuando una rectificación para con la familia? Carlos Brihuega falleció en 2004, pero su viuda Rosario, hijos, nietos, y demás familiares siguen ahí. Todos estos motivos son los que me han llevado a escribir el texto. Espero que os parezca interesante y sea útil. Al menos para entender hasta que punto la dictadura que asoló este país durante 40 años, no está tan alejada en el tiempo. Y que nunca estaremos libres del todo de decir que hechos como este nunca volverán a repetirse.

Tan solo agradecer a todos los Brihuega, una vez más, su valentía. Conocí a Carlos en sus últimos años de vida. Hombre introvertido, sí. Pero bueno como él solo. Al conocer esta historia comprendí muchas cosas que se decían de él y lo tímido que era. Y es que, ¿a quién no le hubiera pasado lo mismo? Gracias eternas a Rosario, Marisa, Carli, Eduardo, Chari, resto de familiares y cómo no, al Pelón, su cuñado y amigo: Antonio Galán Miranda. Ese otro gran comparsista amigo de infancia y que es algo más mayor que Carlos. Unos meses por lo menos... ¡qué presumidos son estos comparsistas de Paco Alba!

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