Publiqué ayer en Universo Gaditano, tras el pasado festival "Va por ti... Moreno", un texto donde intenté arrojar un poco de luz sobre los desconocidos inicios de Manuel Moreno Pavón en el Carnaval. Lo podéis ver pinchando en este enlace o aquí mismo:
El pasado domingo 27 de abril
asistimos a un exitoso festival carnavalesco en el Baluarte de la Candelaria
titulado "Va por ti... Moreno" con el cual se han recaudado fondos
para el busto en homenaje al comparsista Manuel Moreno Pavón "El
Moreno" (Cádiz, 1934-2011). Organizado por la Asociación de Vecinos Las
Tres Torres del barrio de Santa María, la Peña "Original" Paco Alba y
el colectivo Los Ángeles de los Homenajes, así como con la colaboración de
otras entidades de la ciudad, el citado busto se ha proyectado en la Cuesta de
las Calesas, al lado de la escalera que sube hacia la calle Goleta. Calle que
le vio nacer, jugar, aprender, enamorarse,... pero sobre todo vivir.
Para hablar del Moreno podríamos
repetir, una vez más, que fue mano derecha del genial Paco Alba; que dirigió
con soltura y estilo propio comparsas y chirigotas de los autores más
importantes y consagrados que hay hoy sobre las tablas del Gran Teatro Falla;
de su elegancia sobre el escenario; de su manera fina, sin estridencias, de
expresarse al cantar; de su voz aflamencada,... sin embargo no haríamos más que
repetir torpemente lo que otros ya han hecho de forma exitosa: Joaquín Quiñones
en un pasodoble de la comparsa "La fábrica de Tabacos", Javier Osuna
en su libro "Cádiz, cuna de dos cantes", el Catedrático José Antonio
Hernández Guerrero en un magnífico artículo en la prensa local el día después
del fallecimiento de Manolo, o el mismísimo Paco Alba en una entrevista de 1973
en Radio Cádiz, realizada por Aurelio de la Viesca, donde el coplero de Conil
elogiaba a su discípulo: "...Moreno, de apellido y moreno de color
también, que es uno... el más antiguo de los comparsistas, de los componentes
de mi agrupación, un muchacho que canta muy bien, con mucho estilo, lo mismo
por flamenco que por lo que sea, que tiene mucho arte y [...] ¡Y que es
una gran persona también!"(1).
Por eso hoy me he decidido por
repasar una de sus etapas más desconocidas para los aficionados al carnaval: sus
inicios en la fiesta.
Suele decirse que la primera
chirigota donde Moreno cantó fue "Los Sarracenos" de Paco Alba en
1957. Una agrupación que cambió por completo la forma de entender la, hasta
entonces, típica chirigota de Cádiz. Un Primer Premio Especial con un pasodoble
de los que todavía se canta -¡Oh, Cádiz!-, y un simpático cuplé con su
estribillo, permítanme la licencia, "atrabalenguado". Y todo
aderezado con músicas muy al tipo, con grandes influencias morunas.
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Moreno con el tipo de "Los sarracenos". Colección familiar. |
No obstante, Moreno ya había
pisado las tablas del Gran Teatro Falla al menos una vez. Fue en 1953, en una
chirigota juvenil titulada "Los acomodadores de cine". Pero, ¿cómo
llegó a animarse a salir en chirigotas un tímido niño que, según sus propias
declaraciones, le gustaba más el flamenco que el carnaval?
La infancia de Moreno pasó entre
necesidades y travesuras. En plena posguerra, los años del hambre hicieron
agudizar la picaresca de las familias obreras de la ciudad. La familia Moreno
no sería distinta en este sentido. Con el cabeza de familia, Bernardo Moreno
Calderón, trabajando en el muelle descargando carbón, los otros miembros tenían
que aportar su granito de arena como fuera. La madre, Josefa Pavón Yáñez, haciendo
rifas clandestinas, los hermanos mayores, Bernardo y Juan, reclutados en el
ejército de la nueva España franquista, y las niñas -Lola, Carmela, Manolilla y
Pepi-, haciendo redes. El pequeño Moreno, a través de un vecino, ingresó en la
panificadora Castro. Así se ganaba un dinerito y de paso sustraía pequeñas
piezas de pan que luego vendía a las estraperlistas.
En sus recorridos desde la calle
Goleta a la plazuela de la Cruz Verde comenzó a frecuentar bares y baches donde
los parroquianos eran viejos comparsistas de la ciudad. A partir de 1948 con el
regreso de un tímido Carnaval -con el nombre de Fiestas Típicas-, Moreno se
introducía en el Cuco, las Ramblas, allá donde iban aquellas pobres chirigotas
de posguerra: "Los murguistas de antaño" de José Trechera o "Los
monosabios" de Antonio Clavaín.
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Una imagen de Moreno a mediados de los años cuarenta. Colección familiar. |
Al conocer, entre otros chavales,
a Felix Toledano, Julio Márquez (a) el Pelele -primo de Emilio López Prats-,
Rafaelito Armario o Cecilio Marín, decidieron en la Posada del Mesón sacar una
agrupación: la ya citada chirigota juvenil "Los acomodadores de
cine". Rondaban los últimos meses de 1952. La autoría musical estaría a
cargo del padre de uno de los muchachos, el célebre Antonio Marín Morales (a)
El Botella. Para las letras contarían con uno de los autores más destacados del
momento: Antonio Clavaín Brull. Dichos autores, así como el padre de otro de
ellos, Eduardo Toledano que hacía las veces de "representante", al
ver a aquel grupo reunido decidieron que el director del grupo debía ser
Moreno. En palabras de Clavaín: “Este niño canta muy bien, este niño va da
que hacer”.Aunque a decir verdad, incluso el propio Moreno ha restado
importancia al hecho de su primera dirección:
"...ensayábamos sobre las
seis y media, siete de la tarde. Horario infantil. Se acercaban por allí
[Posada del Mesón] Marín y Clavaín, daban sus explicaciones, pero mi faceta
de director consistía sobre todo en ir en el centro y llevar la varita con la que
daba el toque para comenzar la copla. Antes todos los directores la llevaban.
Por ejemplo José Quintana. Yo no decía como se tenía que cantar, era sólo para
levantar la vara. Ahí no había segunda ni ná. Todos de tenor. Y cantábamos
aquello de...
De nuevo tenemos la moda
del pelo corto en la mujer
les gusta lucir el cogote
aunque no se laven los pies...
Venía a decir que si no tienes
otra mujer, con la tuya te acuestas... La letra era para darle seis cachetazos."(2)
El jueves 5 de febrero (3) sobre
las siete y media de la tarde, y tras la actuación de la chirigota "Los
arrieros" -que a la postre fue el primer premio de aquel año-, la joven
agrupación se presentó en el Gran Teatro Falla. Todos debutantes, todos con
unas pequeñas linternas y una chaquetas a lo pobre, eso sí, con sus botones
dorados. De esta manera lo recordaba Moreno:
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Antonio Clavaín con el tipo de "La reaparición de los anticuarios" de 1954. Colección Manuel Clavaín Jácome. |
"El día que fuimos a
cantar al Teatro nos mandaron a tomar por culo. Salí a escena con la linterna,
iluminé al público y dije:
- "¿Estáis todos
acomodaos?”-, a lo que uno, desde gallinero, respondió:
- "¡te quie´al carajo
ya!".
Imagínate como me quedé. Sólo
pude reaccionar para decir:
- “Ome, ome, ome, por favó qué
somos niños, qué somos niños!”
Y entonces sonó el bombo y la
caja, y tipo, tipo, tipo,... y aquello me salvó de las maldades del Teatro. Mi
madre decía “¡cómo a este niño le gusta el carnaval con lo cortón que es!”. Y
es verdad, yo era muy tímido. Pero cuando me disfrazaba me olvidaba de tokiski.
La actuación de "Los acomodadores de cine" acabó bien, por cierto."
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Croquis de la chirigota "Los acomodadores de cine". Archivo Histórico Municipal de Cádiz. |
Y después del concurso, como mandan
los cánones, a la calle. Un carnaval muy distinto al de ahora, descafeinado. La
agrupación de la mano de Eduardo Toledano acudiendo a los lugares donde eran
solicitados. Y a penas un disfraz entre los viandantes. Tan sólo Toledano con
un capirucho en la cabeza y unas serpentinas. Todo muy pobre. No obstante,
aquel primer carnaval en una agrupación le valió a Moreno para ver, entre
otras, la primera chirigota de Paco Alba "Los vendedores de marisco".
Él todavía no conocía al autor pero sí a su director, Paco Patrón Tisirán y ya
notó que ese señor llamado Paco Alba, aunque a bombo y caja, como todas,
intentaba renovar con compases algo más complejos.
***
Meses después de aquel primer
carnaval en una chirigota, Moreno y su grupo comenzarían los ensayos para una
nueva agrupación. Repetían los autores y se hicieron algunas incorporaciones
como Emilio López Prats y Juan Canto. Se llamarían "Los nietos de
Faraón". Chirigota en la que finalmente Moreno no pudo ir al Concurso ni a
la calle porque llegó el momento del duro Servicio Militar.
Con esta somera descripción nos
acercamos un poco más a los desconocidos orígenes carnavalescos de Manuel
Moreno Pavón "El Moreno", quien ha sido considerado por muchos como
"el primer comparsista en la historia del carnaval"(4).
(1) OSUNA GARCIA, J. El
periodismo en tiempos de Carnaval (1763-2005). Más linotípico no lo hay.
Quorum. Cádiz, 2009. Pág. 620.
(2) Las declaraciones de Moreno
fueron tomadas en varias entrevistas realizadas entre 2004 y 2011.
(3) ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL
DE CADIZ, Sección Carnaval.
(4) Diario de Cádiz, 2 de
agosto de 2011.