Lo siento, esta entrada no va de música. Practicamente cierra una pequeña serie de entradas sobre Donostia-San Sebastián. Ya indicaba días atrás que el Monte Urgull se encuentra salpicado por distintas construcciones defensivas. A la más importante, Castillo de la Mota, le dedicamos una entrada. Toca el turno ahora a algunas de las baterías que conforman el sistema defensivo de dicho monte: Napoleón, Santiago y la del Gobernador.
Batería de Napoleón transformada en un bonito paseo. |
Si subimos al monte por la entrada del lado de la ciudad (casco viejo) la primera fortificación con la que nos topamos, tras unos minutos de subida, es la Batería de Napoleón. Llamada así, como podéis imaginar, debido al uso que le dieron a la misma las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. Desde la misma vigilaban la ciudad. Hoy está convertida en un bonito paseo con cartelería alusiva a su historia.
A su izquierda, y mirando al centro de la playa de la Concha, la Batería de Santiago. Mucho más amplia y con un amplio visionado de la ciudad y sus alrededores. Es anterior a la de Napoleón y aunque ha perdido muchos de sus componentes originales ha quedado como un lugar ideal para el reposo y la relajación. Había incluso algunas señoreas haciendo taichí.
Esquina de la Batería de Santiago. Abajo se aprecia la Batería de las Damas. |
Por último, y justo al otro lado del monte, encontramos la Batería del Gobernador. Desde la de Santiago se puede acceder a ella bordeando la parte inferior del Castillo de la Mota. Es la más compleja de las tres. Consiste en varios niveles donde destacamos la Batería Alta y sus curiosos asentamientos para cañones. En el centro de ambas construcciones encontramos el polvorín, al cual se puede entrar, y que es idóneo para que cualquier "sintecho" pase la noche. Estos asentamientos se usaban con la idea de conseguir una mejor maniobrabilidad de la artillería. Se usaron para defender la parte norte. De los más interesante también la zona sur de la Batería con unas impresionantes vistas de la ciudad actual.
Asentamiento para cañón del flanco derecho. |
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Aquel paseo me hizo recordar las abandonadas baterías de la zona de Puertas de Tierra de Cádiz. No hace mucho escribí un capítulo sobre las mismas: Batería de la Punta de Vaca, Batería de Primera Aguada y Batería de la Segunda Aguada. De la primera desconocemos su paradero, posiblemente quedara destruída con la explosión de 1947. La segunda descansa a los pies de un centro comercial. La tercera fue rescata y reconstruida a mediados de los años 90. No estaría mal que nuestros gobernantes tomaran como ejemplo el estado y señalización de estas baterías donostiarras de cara a dar a conocer a la sociedad las pequeñas defensas gaditanas. Y más en las fechas del Bicentenario en las que nos encontramos. Pues, publicado está, fueron escenario de aquellos episodios históricos.
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