martes, 20 de marzo de 2012

Castillo de la Mota - Donostia

Del reciente viaje a San Sebastián-Donostia me presto a realizar dos -quizás tres-, reseñas de los lugares históricos que más me han llamado la atención. Aunque no soy especialista en Historia Militar siempre he admirado los castillos y fortalezas en general. Algo de culpa tuvo "Castellología Medieval". Asignatura -creo que ya no existe-, que marcaba, para bien o para mal, al alumnado de Historia de la Universidad de Cádiz. Don Luis de Mora-Figueroa la impartía.
Monte Urgull desde el otro lado de la Concha.
Pero vamos a Donostía. Con la playa de la Concha, como eje de su Historia, es el Monte Urgull, el que se encuentra a la derecha si miramos al mar. Siempre vigilando la ciudad que se encuentra a sus pies. No es cuestión baladí el hecho que esté repleto de fortificaciones y defensas que van desde el siglo XII al XIX. Sin embargo centraré el comentario en el castillo que corona el Urgull. Por cierto conviene no confundir con Mordor ni con otra palabra de literatura tolkieniana. Dicho nombre proviene de "orgullo" pues, al parecer, para los primeros habitantes franceses de la zona dicho alto era motivo de ello. 

Bombarda algo perjudicada.
Se tiene constancia de que la primitiva construcción, como decía, es del siglo XII y consistía en una torre de forma cuadrada en la zona superior. Fortaleza inicial que servíría de base para las ampliaciones posteriores. Destacamos las del siglo XVI de cuya época sobrevive, en su patio de armas, una pieza de artillería conocida como bombarda. Dicho de otra manera, un cañón primitivo. La base de madera no se encuentra en muy buen estado. Se ha hundido por uno de los lados de tanto subirse a él los visitantes (?). Por este motivo una valla, bastante rústica, lo rodea. Afea el entorno.
La reforma que más influiría en su diseño se haría en el siglo siguiente. Un depósito de polvora cercano estallaría, obligando a realizar una gran reconstrucción. Posiblemente es entonces cuando se configura su actual disposición. Repartidos por las distintas zonas de la muralla hay dispuestos más cañones. Las vistas desde la misma es espectacular. La desembocadura del río Oria, la propia San Sebastián y la playa de la Concha, la isla de Santa Clara, el monte Igueldo,...

Muralla norte. La foto ha sido realizada desde la poterna de acceso.
Empero hay una última construcción del siglo XX que rompe con todo el encanto de la visita. En 1950, en plena dictadura franquista, colocaron un enorme "Corazón de Jesús" sobre la torre principal de toda esta historia. Al más puro estilo de Rio de Janeiro. Una cosa horrenda. desde la entrada principal a la fortificación hice esta instantánea: 

Horror vacui... que diría el Hueva.
En definitiva, y a pesar del último detalle, el castillo de la Mota, con un buen estado de salud, corona un paseo de lo más interesante por el monte Urgull (ya hablaremos de otras de sus fortificaciones). Destacar también el campanario de la parte sur, así como los "graffitis" que se conservan en la celda de los prisioneros. Es curioso como un complejo histórico de tal magnitud no está explotado por la adminitración pública o una empresa privada. Sobre todo cuando en el resto de la ciudad ésto se da con más asiduidad. Concluyendo: buena conservación, señalización y si el día está soleado puedes almorzarte unos bocadillos entre árboles, cañones y el Mar Cantábrico. No está nada mal.

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