Los amigos de Cátedra Idiomas han tenido a bien escribir una breve reseña sobre la ruta que guié hace un par de fines de semanas. Os adjunto el enlace por si estáis interesados en leerla: Aprender idiomas a través de la cultura.
Y ya que estamos os dejo un par de imágenes de la pasada tarde-noche del 15 de noviembre, así como del miércoles 19 donde repetimos experiencia con unos amigos de Conil de la Frontera.
Final de la Ruta en el edificio de Correos, sábado 15 de noviembre.
Paso de la ruta por la calle Pelota, antigua Alonso el Sabio, miércoles 19 de noviembre.
A pesar de que en España se lee poco, se publica mucho. Tiene el inconveniente de que muchos libros se quedan en cajas depositados en almacenes para siempre. Tiene de positivo que si tus lecturas se centran, por los motivos que sean, en un determinado tema, nunca te aburres.
Por otro lado, si se publica un libro, se celebra un acto en sociedad para presentarlo y santas pascuas; el libro perdurará en los escaparates de las librerías, siendo generosos, un par de semanas. Y... si te he visto no me acuerdo. Publicar y editar un libro es un trabajo muy costoso que pocas veces se ve gratificado. Por eso lo mejor es, si te ves en la tesitura, hacer continua promoción. A lo gira de grupo rockero. Además de la difusión que pueda darse en las redes sociales, "el puerta a puerta", a pesar de lo cansino, puede llegar a funcionar.
El historiador José Luis Gutiérrez Molina publicó con Ediciones Mayi hace unos meses "Las Justicia del Terror". Una nueva investigación sobre la represión fascista en la provincia de Cádiz y, más concretamente, sobre aquella que se inició tras la caída de Málaga, en febrero de 1937, y que se articuló sobre consejos de guerra sumarísimos de urgencia -redundancia donde las haya-, que sin ningún tipo garantías judiciales para el reo, valían para justificar centenares de condenas de muerte, cuando no ejemplarizantes penas de cárcel.
Tras presentarlo en Cádiz, el pasado mes de agosto, Gutiérrez Molina lo ha llevado a Jerez, Sanlúcar de Barrameda y Sevilla. En unos días regresa a Cádiz pero esta nueva presentación contendrá novedades respecto a la anterior. En el acto se llevará a cabo una charla-coloquio, que presentaré, donde José Luis se centrará en la represión a los concejales del ayuntamiento de Cádiz de 1936 y que los golpistas persiguieron, encarcelaron, cuando no asesinaron, a casi la totalidad de ellos: cuarenta que tenía el consistorio gaditano en aquellos años.
Así que, si os interesa, como bien podéis leer en el cartel anunciador, nos vemos el próximo jueves 4 de diciembre a las 19´30 h. en la librería QiQ (C/ Sagasta nº47).
Este próximo jueves, a partir de las 20´00 h., compartiré conferencia con Francisco Javier Ramírez en la Asociación de Vecinos de Segunda Aguada. Nos centraremos en los siglos XVIII y XIX, centurias donde, dicha zona de la ciudad jugó un papel destacado en la historia local. El hospital y la batería construídos a los pies de la bahía serán el epicentro de nuestras intervenciones.
Desde hace algunos años la asociación que dirige Antonio Peinado está impulsando la recuperación de la historia del barrio. Siempre es agradable volver a un lugar donde tienen en cuenta la historia y apuestan por su puesta en valor.
Unos amigos, hace algunos meses, han conformado una nueva asociación cultural que han llamado ADIP. Las siglas corresponden a Asociación para la Difusión e Investigación del Patrimonio Cultural de Cádiz. No será la última que se cree al respecto, tampoco la primera. Desde luego les deseo lo mejor. Tienen un duro camino por delante. Sobre todo cuando las Administraciones están tratando nuestro pasado con un desinterés mayúsculo.
Han proyectado el Primer Día del Patrimonio Solidario. ¿En qué consiste? Bien sencillo. Se han programado una serie de rutas turísticas por el centro de la ciudad para el sábado 15 de noviembre. Para poder disfrutar de ellas tenéis que enviar un mail a adipcadiz@gmail.com indicando nombre, apellidos y dni, así como un máximo de tres rutas a elegir entre las doce proyectadas. El mismo día 15 se recogerán las entradas en el Colegio San Martín -Plaza de la Catedral-. A cambio se debe entregar algún tipo de alimento que irá donado al Banco de Alimentos de la ciudad. La finalidad de la organización subyace en concienciar a la ciudadanía de la inmensa riqueza histórica y patrimonial de Cádiz. Y cómo la misma puede ser productora de bienestar económico y social siendo dinamizada con calidad.
ADIP ha logrado aglutinar un buen compendio de asociaciones que, a su vez, colaboran aportando sus conocimientos así como a los profesionales que englosan sus filas. Participo, desde Ubi Sunt?, con la ruta nº12 que he titulado ´Cádiz y la Guerra Civil´. Para anunciar la misma Manolo Tirado ha realizado este cartel:
Cartel de la ruta.
Si os animáis nos veremos dicho día a las 20´00 h. en la Plaza de España, frente a la Diputación Provincial. Para más información de las rutas, como inscribirse, tipos de alimentos que entregar, horarios, etc... os dejo el tríptico que ADIP distribuye estos días por la ciudad:
La semana pasada se presentó en el Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz un nuevo tomo de su Biblioteca Básica del Carnaval que corresponde a la recopilación de las letras de coros y chirigotas de las Fiestas Típicas de 1957. Como en otras ocasiones, José Manuel Gomila, se ha dedicado a coordinar la obra. Al no estar en la ciudad, por motivos laborales, me encargaron que diera una pequeña disertación sobre el concurso de coplas de aquel año y el contexto social que lo rodeó. Germán García ha tenido a bien dedicar uno de sus programas "Historias del Carnaval" a dicho acto, así que todo interesado en él puede verlo a continuación.
En el minuto 4´45 comienza el apartado dedicado al libro. Indicar que, para dicho acto, conté con la inestimable ayuda de Bernardo Díaz Moreno que al cante interpretó el pasodoble de ´Los locutores de radio´, dos cuplets de ´Los vagabundos´ y el pasodoble de ´Los sarracenos´. Cuando finalizó el acto firmé con Bernardi el contrato para futuras ´actuaciones´.
Bernardi y un servidor. Fotografía: Sonia Valero.
P.D.: Al final del programa hay un video inédito del carnaval de 1984. No tiene desperdicio. En breve haré un comentario al respecto.
Señalización como Lugar de Memoria de El Penal. Foto: A. Quintana.
Después de nombrarse en la provincia de Cádiz (y Málaga), por la Dirección de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, `Lugar de Memoria´ el Cortijo del Marrufo y Valle de La Sauceda -así como otras zonas en distintos puntos de la geografía andaluza-, el pasado martes 7 en El Puerto de Santa María se ha designado un nuevo Lugar: el Penal.
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Siempre en el imaginario colectivo del pueblo, y tan arraigado ya desde finales del siglo XIX, el Penal de El Puerto de Santa María fue centro de opresión de centenares de españoles durante la Restauración Borbónica. Tanto fue así que, una vez exiliada la Monarquía en la década de los años treinta, Joaquín de la Oliva y Juan Mostazo Morales compusieron la copla titulada "Carceleras del Puerto":
Mejor quisiera estar muerto,
mejor quisiera estar muerto,
que preso para toda la vida,
en ese penal del Puerto,
Puerto de... Puerto de Santa María...
Una copla que fue utilizada en 1939 para la película `Carmen la de Triana´, dirigida por Florián Rey e interpretada por Imperio Argentina. Un film que tuvo su versión alemana, grabada a la par, y que inspiró años después a la cinta `La niña de tus ojos´(Fernando Trueba, 1998).
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Para todo aquel interesado en la historia del recinto penitenciario, a groso modo, hay dos publicaciones bien interesantes. Por un lado tenemos El Penal de El Puerto de Santa María (1886-1981), una autoedición de Manuel Martínez Cordero que alcanzó dos ediciones entre 2004 y 2005. Prologado por Marcos Ana, es un buen libro de divulgación, con una edición agradable a la lectura y un profuso número de imágenes. Por otro lado, y aunque éste no lo contemplo en mi "biblioteca", por aquella misma fecha se publicó un libro colectivo dirigido por Carme Molinero -entre otros-, donde aparecía un capítulo dedicado al Penal de El Puerto durante la Posguerra. Lo firmaba Daniel Gatica Cote y su buen hacer en distintos trabajos de investigación histórica sólo indican que es un texto muy recomendable.
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Celda del Penal. Foto: A. Quintana.
A partir del 18 de julio de 1936 el Penal se transformó, todavía más si cabe, en un lugar terrorífico donde inocentes de todos los lugares de la provincia eran hacinados. Por la noche sucedían las terribles sacas que, todavía hoy, quedan sin esclarecer. Durante los primeros meses, tras el golpe de Estado, si bien había conocimiento por parte militar de los asesinatos que se producían, no ocurría lo mismo con el lugar donde se llevaban a cabo, a la vez que también se desconocía donde quedaban depositados los cadáveres. El término municipal de El Puerto de Santa María, o Puerto Real, fueron testigos de aquella barbarie y aun, hoy día, desconocemos que aconteció con los cuerpos de multitud de gaditanas y gaditanos que dieron con sus huesos en las infrahumanas celdas del Penal.
Junio de 2010. Acto de homenajea a las víctimas del franquismo en el Cementerio de El Puerto. Foto: S. Moreno.
En los primeros meses de 1937 comenzaba a funcionar la Justicia Militar franquista de manera "legalizada". Continuaron los fusilamientos entre los presos del Penal con la diferencia de que ahora lo hacían con una condena a muerte bajo el brazo. Estos asesinados eran enterrados, en la inmensa mayoría de los casos, en el Cementerio de El Puerto. La manera caótica en la que fueron inhumados en fosas, y posteriores obras realizadas en las distintas sepulturas, hacen muy dificultoso cualquier intento de recuperación de los restos de los presos de El Penal. Al menos eso indicaron, en más de una ocasión, los responsables del Negociado de dicho Cementerio que pertenece al Ayuntamiento de El Puerto de Santa María.
Brazos en alto en el patio del Penal.
Igualmente sucedió con los presos que fueron encarcelados una vez finalizada la guerra. Sin embargo, en estos casos se les sumaba el atenuante de que muchos venían desde lugares muy lejanos. Lo que se ha llamado el "turismo penitenciario". Alejados de sus familias que podían, en cierto modo, ayudarles a resistir ante la penosa situación que las autoridades los mantenían, su supervivencia se hacía muy complicada. A continuación traemos un par de historias rescatadas de los fondos del Penal que se custodian en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz (a partir de ahora AHPC) y que son buena muestra de ello.
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Gregorio
Vaquero Sanabria había nacido en Villamesías, un pequeño pueblo de apenas medio millar de habitantes de la provincia de Cáceres. Era
labrador y pertenecía a la UGT. Tras el 18 de julio de 1936, en las cercanías de la localidad se vivió una intensa "batalla" entre los golpistas -encabezados por el Capitán de la Guardia Civil Manuel Gómez Cantos-, y milicias leales a la República. Conocida como la "Emboscada de Villamesías" supuso la derrota de los segundos y el afianzamiento del violento Gómez Cantos en la zona (1). Meses después Vaquero Sanabria fue detenido tras asistir a un bautizo el 7 de enero de 1937. A los pocos días una vecina lo denunció
Capitán de la Guardia Civil Manuel Gómez Cantos.
ante el Jefe Local de Falange. Llevado finalmente a Trujillo se le abrió Causa (459/37) para lo cual se tomó declaración a varias vecinas, al padre del cristianar -el soldado Francisco Vaquero-, al alcalde impuesto por los golpistas -Pedro Valares Sanz-, y al párroco Antonio Sayeral Cruz. Entre las acusaciones que se le planteaban estaban el haber opinado sobre la posible toma de Don Benito, de la cual al parecer dijo no sería tan sencilla como la de Villamesías (2). A esto se le sumaba su posible vinculación con sindicatos y partidos de izquierda. Quedaba claro que la figura de Vaquero Sanabria molestaba a las nuevas autoridades fascistas. No es cuestión baladí que los declarantes fueran representantes del nuevo orden: Falange, poder eclesiástico y el nuevo poder municipal. Gregorio fue condenado en Trujillo a treinta años de
prisión por “proferir gritos e inconveniencias contra el Ejército”. De allí fue
conducido al lejano Penal de El Puerto de Santa María donde fallecería
el 31 de mayo de 1941 por un “síndrome carencial”. Algo muy común si tenemos en
cuenta, por un lado, las malas circunstancias en las que se encontraban los
presos. Y por otro el hecho de que su humilde familia -de la cual la "justicia franquista", aunque conocía el dato de que estaba casado, ni se molestó en preguntar el nombre de su esposa, así como si tenía hijos-, se hallaba a casi 400 km.
de distancia con la imposibilidad de prestarle una mínima ayuda. La hipocresía e ineptitud de la nueva justicia franquista era de alto voltaje. Dos años después del fallecimiento de Gregorio, en 1943, llegaba a la prisión un telegrama donde se le proponía libertad condicional y reducción de pena a seis años de cárcel.
Telegrama solicitando tramitación de libertad condicional para Vaquero Sanabria. AHPC.
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Sin dejar de lado estas características de dicha justicia nos centraremos ahora en la historia de José María Heras Monterrubio, el cual tras ser detenido y encarcelado tuvo que esperar a la pantomima del juicio durante tres años (3). En plena y dura Posguerra de hambre y miseria, Heras Monterrubio, era vecino de
Marmolejo, provincia de Jaén. No obstante, había nacido el 21 de Enero de 1906 en Granja de
Torrehermosa, provincia de Badajoz.En el momento de su detención, el
9 de abril de 1941, era ganadero, vivía en la calle Calvario 59, y estaba casado
con Juliana Rodríguez Díaz. Tenían un hijo y
dos hijas, sabía leer, escribir y no presentaba antecedentes penales. El motivo de su detención no queda, todavía hoy, dilucidada del todo. Aunque para el juez franquista que lo condenó (¡en 1944!), a través de un Juicio Sumarísimo de Urgencia (491/41)a treinta años de prisión, estaba todo bien claro:
Portada del expediente de J. Mª Heras. AHPC.
"…los tres
encartados de ideología izquierdista, pero sin actuación destacada en la
tiranía marxista, la noche del once de marzo de mil novecientos cuarenta y uno,
se presentaron provistos de disfraces, en unión de Juan Catalán Molina,
declarado rebelde, en el Cortijo de Los Alamos, diciendo que abrieran a la
Guardia Civil, llevaban escopeta y pistola y una vez en el Cortijo, encerraron
a la dueña, cuatro hijos menores, y un criado en la cuadra, se dedicaron a
registrar a todas las dependencias, llevándose seis jamones, sesenta kilos de harina, un reloj despertador, unos zapatos, unas medias
y dos sacos vacíos, que utilizaron para el transporte de la harina, doce panes
y una arquilla pequeña con documentos, todos valorados en unas cuatrocientas
ochenta pesetas […] debemos condenar y condenamos a los procesados a la pena de reclusión
perpetua, como autores de un delito de adhesión a la rebelión militar…". El relato es de lo más sorpresivo. Del mismo se desprende que ni José María, ni los otros dos encartados -de los que hablaremos luego-, tenían vinculación política alguna. De haber sido así bien que se hubiera aireado en la sentencia como vimos con el caso de Vaquero Sanabria. Y también nos situamos en un atraco a un Cortijo. Dato curioso porque en la ficha personal de Heras Monterrubio aparece como "ganadero". ¿Qué hace una persona vinculada a estas labores asaltando un cortijo? Para intentar esclarecer este dato nos tenemos que situar en el momento: los maquis en la provincia de Jaén. Los supuestos compañeros de José María fueron Juan Yelamo Rojo y Antonio Arévalo García. Tras consultar con los historiadores Luis Miguel Sánchez Tostado y Santiago de Córdoba Ortega, ninguno ha vinculado en sus investigaciones a Heras Monterrubio con las distintas partidas de maquis estudiadas en Sierra Morena o Sierra Sur (4). Eso sí, Sánchez Tostado indicó lo siguiente: "...concretamente Antonio Arévalo García, sospecho que
era hermano de Baldomero Arévalo García (a) Buengusto", socialista
natural de Huélago (Granada) pero vecino de Marmolejo que huyó a la sierra al
concluir la guerra uniéndose a la partida de Francisco Osuna Galiot
(a) Vidrio", cuyos componentes fueron en sus inicios casi todos ellos
vecinos del citado municipio. Por ejemplo Vidrio, Buengusto, El Portugués,
Periquito el de la Concha, Sevillano padre, Sevillano hijo, etc. Baldomero
Arévalo (a) Buengusto fue muerto en una emboscada de la Guardia Civil
en el cortijo "Loma Candelas" del término de Marmolejo el 7 de enero
de 1944 junto a otros tres guerrilleros más."
¿Qué puede significar esto? Pues cierta vinculación con el maquis de uno de los condenados y poco más. Y es que entre 1939 y 1942, aproximadamente, hubo un buen número de huidos en la sierra, pero también, ante
el grave estado de necesidad, multitud de asaltos a cortijos por jornaleros
que unas veces se hacían pasar por guardias civiles, otras por falangistas y
a veces, incluso, por guerrilleros de la República, sin serlo, con el único fin de
proveerse de algunos víveres con los que calmar el hambre de ellos y sus
familias. Y esto nos lleva a lo siguiente, ¿cuál es la versión familiar?
Aunque no es muy esclarecedora, bien vale para arrojar algo de luz a la historia (5). Al parecer, en 1941, Heras Monterrubio era capataz del cortijo ´Los arrastraos´ que se encontraba a 1 kilómetro de la fuente del Álamo -creo que no hay que confundir con Fuente Álamo en el municipio jiennense de Alcalá la Real-. Un buen día, jugando a las cartas junto a Yelamo y Arévalo, se apostaron que sí Heras perdía la partida daría facilidades para que asaltaran el cortijo donde trabajaba. Puede parecer una historia rocambolesca, pero la cuestión es que, fuera así o no, se dio el asalto. Fue la noche del 11 de marzo de 1941. Tras el mismo los dos asaltantes huyeron a Andújar donde intentaron vender el botín. Fueron detenidos y delataron a Heras Monterrubio que, finalmente, también fue arrestado. Se llevó a cabo un registro de su casa donde encontraron una escopeta, nada extraño entre los hombres del campo, que sirvió para incriminarlo, así como se apropiaron de las pocas pertenencias familiares. Sin embargo, debemos indicar que, para esclarecer el caso sería fundamental encontrar los documentos emanados por el Juicio Sumarísimo que, de existir, deben estar en el Archivo del Tribunal Territorial Militar Nº2 de Sevilla. Empezaba así un largo calvario para José María y su familia.
Estando cumpliendo condena, Heras Monterrubio, en la Prisión
Provincial de Jaén caerá enfermo. El 20 de Enero de 1946, se solicitó su destino de limpieza al Sanatorio de Cuellar. Según O.M. (sic) de 24 de
Febrero de 1945 cumplía con todos los requisitos: "posee […] de Religión,
Enseñanza Elemental, no tiene pasado comunista y ha tenido BUENA CONDUCTA”.
Actual estado del Claustro del Penal. Foto: A. Quintana
Sin embargo, aunque aprobado el traslado al Sanatorio de Cuellar por su mal
estado de salud, el director de la cárcel provincial –E.
Carrasco-, firmó su conducción pero no a dicho sanatorio sino al Penal de El Puerto de
Santa María. Según recuerdos familiares este hecho se debió al intento de extorsión sexual
hacia la mujer del preso, Juliana Rodríguez, y su posterior negativa. Este tipo de circunstancia no debe extrañarnos. Más de una mujer tuvo que soportar este tipo de vejaciones por parte de las autoridades y personalidades franquistas (6). Hasta el Penal fue conducido en mayo Heras Monterrubio donde fallecería en la enfermería el 9 de julio sin la ayuda médica suficiente y con su familia, totalmente desprotegida, a más de 300 kilómetros.
* * *
Los restos, tanto de Gregorio como de José María, se encuentran en una fosa del Cementerio de El Puerto. Así lo afirman las familias, las actas de defunción, así como los libros de enterramientos de dicha institución.
El Penal, Lugar de Memoria.
El pasado martes, en el acto de nombramiento de Lugar de Memoria del Penal, entre otros representantes políticos se encontraba el alcalde de El Puerto Alfonso Candón. Según he podido leer en la prensa señaló "El Puerto y todos los que hemos nacido en otra etapa de la historia española creemos en la libertad, la justicia social y en los valores democráticos" (7). De vez en cuando, sólo de vez en cuando, cargos del Partido Popular se acercan a estos temas cuando, en un país normalizado y en democracia, debería ser lo normal. Siempre quedará para el recuerdo el caso del alcalde de Málaga y la exhumación del Cementerio de San Rafael -que por cierto podrían tomar nota en Cádiz capital-. El alcalde portuense, de momento, debería tomar carta en el asunto de las fosas del cementerio portuense. Y que el sentido homenaje del pasado martes no quede sólo en las declaraciones vertidas a un papel. (1) ESPINOSA MAESTRE, F. La primavera del Frente Popular. Crítica. Barcelona, 2007. Pág. 175. (2) De hecho la localidad extremeña no caería hasta año y medio después, en el verano de 1938. GARCIA GALLEGO, F. A. "Don Benito en la Guerra Civil Española" en Revista de Historia de las Vegas Altas, nº5, Diciembre 2013. Pág. 30. (3) AHPC, Presos Penal Puerto de Santa María, Caja 29.303, Expediente 10. (4) Vía e-mail 2 y 9 de febrero de 2009, respectivamente. (5) Entrevistas realizadas vía telefónica con José María Heras Rodríguez el 9 de diciembre de 2008, 9 y 13 de marzo de 2009. (6) TELLEZ RUBIO, J. J. "Cádiz, elegía de posguerra" en ALVAREZ REY, L. y MARTINEZ LOPEZ, F. (Coords.) Memoria viva de Andalucía. C&T. Málaga, 2011. Pág. 68. (7) Viva El Puerto, 7 de octubre de 2014.
Breve pero intensa crónica que nos envía Manolón Tirado (Un dibujo diario - A daily drawing, y desde hace unas semanas también No hay circo para tantos enanos) de un evento al que me invitó el amigo Benji pero que por motivos laborales no pude asistir. Lolito hizo de corresponsal y aquí está lo prometido.
La tarde del miércoles 25
de septiembre tuvimos el privilegio de asistir a la presentación de una
magnífica cerveza artesana. La Dawat de trigo, hecha en Cuenca y que el público
sólo ha podido degustar en Madrid, y ahora también en exclusiva en Cádiz, en
Autoservicios Tinoco. Tras una completa introducción sobre la historia de la
cerveza y sus cualidades realizada por Benji Gómez (En copa sabe mejor) pudimos
comprobar su sabor. Esta cerveza de barril, todo parece indicar que la marca no
piensa comercializarla por ahora en botella, tiene un color dorado y
ligeramente turbio debido a su bajo filtrado. A la gran mayoría de asistentes
nos sorprendió su sabor, acostumbrados a la intensidad y textura casi
masticable de la cerveza de trigo. Por contra la Dawat tiene un sabor suave ligeramente
dulce pero sin renunciar al gusto a cereal. Lo cual hace, a mi parecer, que sea
una cerveza bastante refrescante y nada pesada.
Las distintas versiones de Dawat con el barril y su cerveza de trigo detrás.
En resumen esta cerveza
de trigo supone una buena forma de ampliar la familia de cervezas que la fábrica
Dawat tiene en el mercado, y que os recomiendo probéis.