Ya es Carnaval

La verdad es que sí. Les doy la razón a los promotores del libro de fotografías de Kiki con textos de Javi Osuna. El carnaval comienza en diciembre. Pero ya no sólo por el nacimiento de un libro que ha pesado tres kilos y medio (Jose Marí Jurado dixit) y que se presentó ayer en el Casino... A la salida del acto, y tras pasar por "El k´serón..." pisé el primer ensayo carnavalesco del año.

Siento quizás defraudar a nuestros lectores porque no presencié al futuro primer premio del COAC 2012. Ellos los saben de antemano. A pesar de que entre sus filas hay grandes voces premiadas en distintas ocasiones y modalidades. El ensayo al que ayer asistí es la agrupación que prepara Quico Zamora. Una mezcla de coro y chirigota. Cantan tangos y cuplets aunque estos últimos a caja y bombo. Creo que es la segunda ocasión que salen. El año pasado los vi en la esquina de El Cañón. No recuerdo como se llamaban pero iban de almaceneros con su batín y todo.

Sin embargo lo que más me llamó la atención -además de las formas de dirigir de Quico-, fue la orquesta. Lo que hubieran dado -y darían-, muchos coros por tener un compendio de pulso y púa asín. Y entre ellos, y ahí va la noticia carnavalesca de rigor e interés, un recordado concejal de Fiestas...

Carlos Mariscal en el centro de la fotografía con su laúd.

¡Eso es! En el centro de la imágen, con su inseparable laúd, Carlos Mariscal. En el decir de Quico Eslava: "Marical es continuador del más puro y fino estilo de tocar dicho instrumento, o dicho de otra manera, Carlos no aporrea, desliza la púa cual trovador del siglo XVIII". Tras el ensayo, y hablando con él, no supimos acertar con la última agrupación en la que asistió al Falla. Sí dimos con el hecho de que tras su salida de la concejalía, el primero que le llamó fue Julio Pardo. Y con él salió algunos años: "El tío de la tiza", "El bohío", "La prevención",... Según sus recuerdos luego paró y hace unos años volvió. Pero ni Ruben ni yo, a esas alturas, teníamos el coco pa´nombres de coros. Aun así, Carlos, te deseamos lo mejor en esta nueva andadura carnavalesca.

Así que, ahora sí completamente del todo, huele a Carnaval. Y brindamos por esas agrupaciones que pasan tres kilos del concurso y luego en la calle se parten el pecho... y lo que haga falta.