No soy experto en teatro. Pero lo que veo me gusta o no. Desde hace años sigo a una joven compañía de San Fernando (Cádiz). Empezaron siendo muy jóvenes. Tanto lo eran que las primeras obras que hacían -que recuerde en la Casa de la Juventud de su ciudad-, no dejaban de ser obras de chicos y chicas de instituto. Sin embargo me reía muchísimo. Alguno destacaba del resto. Y tenía -tiene- un humor con el que me identifico plenamente.
Cartel de "Maté a un tipo". |
Con el paso del tiempo -hablo de un breve espacio-, los argentinos, afincados en dicha ciudad, Emilse Giardili y Pablo Donato conforman el grupo de teatro que cosecha sus éxitos en concursos de teatro de la provincia. Entre las distintas obras que he podido ver en Cádiz me gustó especialmente "Nausícaa". Donato y su discípulo Alvaro Sánchez bordaban una obra que llegaba a ser, en algunos momentos, realmente asfixiante.
Pablo y Giardili marcharon a su país. Pero aquellos niños y niñas han continuado su trabajo. Y, como a todos, les toca vivir una mala época. ¿Mala? ¿Para el teatro hubo alguna buena época?
El pasado sábado asistí, dentro de la programación de Teatro del ayuntamiento de Cádiz, al estreno de su nueva obra: "Maté a un tipo". Se me pasó en un suspiro los 45 minutos que los actores estuvieron sobre el escenario. La obra, original, de Daniel Dalmaroni está cargada de humor negro y excarva en las relaciones familiares, en la impaciencia, la impunidad y el encubrimiento.
Si andan por "la Isla" este sábado noche asistan a uno de los dos pases que han preparado Permiso, vamos a improvisar. Si les gusta el teatro pasarán un grato más que agradable. Si no, vayan de todas maneras, al menos se quitarán un rato de estúpida televisión.
Mucha mierda.
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